miércoles, 11 de agosto de 2010

LOS MOLINOS DE VIENTO DE ALVAREZ

Por Sergio Benites Romero

Si establecemos un parangón entre el personaje central del Quijote y el presidente regional en licencia encontraremos algunas coincidencias, partiendo del hecho que ambos fueron arrastrados por su locura, el asunto es que al primero la gente casi lo ignoraba en la obra, al segundo ahora lo empiezan a ignorar después de haberlo convertido – desgraciadamente – en Presidente Regional. Por supuesto que el personaje épico se volvió orate, por su parte Álvarez se hace el “loco” para burlar las citaciones de Ley.

El célebre personaje se hizo llamar Don Quijote de la Mancha, por su parte Álvarez nos deja una mancha del tamaño de Ancash

El Quijote en su recorrido vociferaba acompañado de su escudero, Álvarez se acompaña de su portátil para que aplaudan y vitoreen su delirante monserga.

El recordado Quijote era terco como una mula ante la persuasión de Sancho para evitar el peligro, Álvarez actuó como una mula peligrando todo el tiempo la región y ha hecho honor a una frase que merece ligeramente profundizar el énfasis con letras de oro “Solo Dios y las bestias no cambian” (pensará que nuestros votos tampoco)

El pintoresco Quijote tenía a su fiel Rocinante, Álvarez tiene a su lado muchos asesores y secuaces que continuamente relinchan a su lado.

El Quijote comandó una búsqueda por su Dulcinea, cuentan las versiones que el inefable candidato a la reelección regional se protegía con sus “comandos” para encontrar la suya en un distrito cercano a Chimbote.

El Quijote andaba vestido con la armadura de sus antepasados, Álvarez anda “chalequeado” más que nunca por las circunstancias. En fin que duda cabe, ambos partieron en busca de aventuras. Existe una gran responsabilidad por los que votaron por el, aunque valgan verdades, pienso que fue el quien nos eligió primero, conocedor de la idiosincrasia popular caracterizada por su orfandad de conciencia política en nuestra gente, puso su mira en nosotros para pensar ¡estos me elegirán! Lo lamentable es que nuevamente quiere tomar impulso en ristre para tomar nuestros votos como si fuéramos perfectos tarados, en el colmo del delirio quiere a todo galope triunfar en primera vuelta ¡Increíble!

Resulta paranoico que una autoridad se muestre soberbia para responder por la investidura presidencial que juró asumir y pertenece a los ancashinos y ancashinas. Álvarez ha terminado su ciclo viendo molinos de viento en cada una de las citaciones judiciales, en las acuciosas preguntas de periodistas que no tienen precio (sin confundirlos con los “acuciosos” que cobran en la otra vereda por supuesto), en las solicitudes de transparentes rendiciones de cuenta, en la exigencia de una mejor gestión.

Lo hermoso del Quijote es que fue todo un caballero novelesco, de existir, sin duda su ética lo empujaría hoy a arremeter con todo y lanza contra la OEI. Después de todo parece que hay más de 800 millones de por medio ¿Ahora o nunca también sr Álvarez?